16.6.09
Venganza.
Era mi diluvio, pero no mi barca. Ya no. Él me la había quitado. Ahora no paseaba conmigo, él era quien la acompañaba. La mano que sujetaba ya no era la mía, sino la de ese... ¡Maldita sea! ¿Cómo podía haberme hecho eso? Ella sabía que le odiaba. Pero me vengaría. Cuando no se dieran cuenta me acercaría y le dejaría sin su bien más preciado. Echaría a volar su cometa.
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microcuentos
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ResponderEliminarEliminé mi comentario anterior y ahora lo escribo correctamente XD.
ResponderEliminarJummm esto tiene un doble sentido aplicado a lo mundano con una escopeta en la mano XDDD
a quién dices que matamos? digooo... de quién dices que nos vengamos? :P
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