29.11.09

Aviso a navegantes.

Tú, tú, tú y tú. Ya está. Hasta aquí llegué. A partir de hoy no contéis conmigo.
Tú has conseguido que deje de intentarlo. Tú has conseguido acabar con toda mi energía. Tú has conseguido que deje de endulzar y comience a ser realmente agresiva. Y tú, aún no sé cómo, has conseguido que deje de estar.
Si queréis algo, probablemente ya no esté aquí para dároslo. Siempre podéis intentarlo, pero no prometo una respuesta sincera. De hecho, no os extrañéis si no hay respuesta.

20.11.09

¡Juega conmigo!

No recuerdo qué hacía antes cuando tenía tiempo libre. Es probable que me perdiera entre letras ordenadas. Puede que me perdiera entre ideas sin ordenar. A lo mejor creaba pequeños mundillos con grafito y papel. O puede que me dedicara a estudiar el mundo exterior. Pero ahora me apetece descubrir la ciudad en la que vivo. Quiero campo abierto para poder gritar y que nadie me oiga. Quiero aire que me despeine y me haga cerrar del todo los ojos. Quiero tener cómplices en cada mirada dirigida correctamente.
Hoy tengo ganas de jugar a perseguirte. Hoy quiero que te escondas de mí para poder buscarte. Hoy quiero que existas para poder leerte, para poder dibujarte, para poder espiarte. ¡Quiero que juegues conmigo!

18.11.09

Huye para que pueda perseguirte.

Hoy miro al infinito, intento averiguar dónde se esconde para no ir jamás. Me pierdo en el mar buscando una salida que me permita no ahogarme con tanto aire. Visito laberintos para encontrar una ventana y salir a perderme en campo abierto. Miro a mi alrededor deseando conocer a todo el que me rodea y así meterme entre la gente y que nadie sepa quién soy. Pongo música para tratar de oir el silencio. Y te explico lo que pienso a ver si así no lo entiendes.

1.11.09

Miss you...

Sólo con los litros de café que tomamos como excusa, podríamos haber llenado un océano.
Con los bancos en los que tuvimos conversaciones trascendentales podrían haber construido un estadio.
Habrían hecho falta todas las playas del planeta para construir los relojes de arena necesarios para contar el tiempo que pasamos juntos.
Se nos quedó corto el callejero de Madrid para echarnos risas mientras lo recorríamos.
Necesitaría descubrir varias ciudades nuevas para encontrar alguien con quien tuviera la mitad de confianza que tuvimos.
Y habrían hecho falta varias dimensiones paralelas para conseguir enredar algo que rompiera todo esto.