16.12.09

¡Sopla!

Háblame otra vez sobre mañana. Cuéntame de nuevo todas las cosas nuevas que voy a hacer. Recuérdame que la Luna será el lugar más cercano en el que vaya a estar. Y que volar por encima de los acordes de aquella canción será lo menos emocionante que haré. Y que no me quedarán letreros en el mundo sin leer. Y que tendré que olvidar cómo se escribe mi nombre para poder recordar el que le ponga a los lugares a los que iré.
Cuéntame cómo el mañana hará volteretas sobre el ayer, jugará a la peonza con él y lo mareará hasta que no sepa quién es. Y es entonces cuando creará el hoy fresco, el inocente, el que tiene ganas. Y lo estirará hasta el infinito para disfrutar hasta el próximo ayer.
Sóplame, sopla hasta que consiga cambiar de aires.

7.12.09

A partir de hoy...

...no me mires directamente a los ojos. Recuerda que, en realidad, no nos conocemos.

29.11.09

Aviso a navegantes.

Tú, tú, tú y tú. Ya está. Hasta aquí llegué. A partir de hoy no contéis conmigo.
Tú has conseguido que deje de intentarlo. Tú has conseguido acabar con toda mi energía. Tú has conseguido que deje de endulzar y comience a ser realmente agresiva. Y tú, aún no sé cómo, has conseguido que deje de estar.
Si queréis algo, probablemente ya no esté aquí para dároslo. Siempre podéis intentarlo, pero no prometo una respuesta sincera. De hecho, no os extrañéis si no hay respuesta.

20.11.09

¡Juega conmigo!

No recuerdo qué hacía antes cuando tenía tiempo libre. Es probable que me perdiera entre letras ordenadas. Puede que me perdiera entre ideas sin ordenar. A lo mejor creaba pequeños mundillos con grafito y papel. O puede que me dedicara a estudiar el mundo exterior. Pero ahora me apetece descubrir la ciudad en la que vivo. Quiero campo abierto para poder gritar y que nadie me oiga. Quiero aire que me despeine y me haga cerrar del todo los ojos. Quiero tener cómplices en cada mirada dirigida correctamente.
Hoy tengo ganas de jugar a perseguirte. Hoy quiero que te escondas de mí para poder buscarte. Hoy quiero que existas para poder leerte, para poder dibujarte, para poder espiarte. ¡Quiero que juegues conmigo!

18.11.09

Huye para que pueda perseguirte.

Hoy miro al infinito, intento averiguar dónde se esconde para no ir jamás. Me pierdo en el mar buscando una salida que me permita no ahogarme con tanto aire. Visito laberintos para encontrar una ventana y salir a perderme en campo abierto. Miro a mi alrededor deseando conocer a todo el que me rodea y así meterme entre la gente y que nadie sepa quién soy. Pongo música para tratar de oir el silencio. Y te explico lo que pienso a ver si así no lo entiendes.

1.11.09

Miss you...

Sólo con los litros de café que tomamos como excusa, podríamos haber llenado un océano.
Con los bancos en los que tuvimos conversaciones trascendentales podrían haber construido un estadio.
Habrían hecho falta todas las playas del planeta para construir los relojes de arena necesarios para contar el tiempo que pasamos juntos.
Se nos quedó corto el callejero de Madrid para echarnos risas mientras lo recorríamos.
Necesitaría descubrir varias ciudades nuevas para encontrar alguien con quien tuviera la mitad de confianza que tuvimos.
Y habrían hecho falta varias dimensiones paralelas para conseguir enredar algo que rompiera todo esto.

27.10.09

Quiero subir al cielo.

Cuando era pequeña quería ser astronauta, quería entender por qué Saturno tenía tantos amigos, cómo habían conseguido colorear Júpiter, si los marcianos realmente tenían dos antenas verdes y averiguar si Plutón cabría en mi habitación. Quería saber dónde salía si me tragaba un agujero negro, qué se siente al dar una vuelta en meteorito, si podría escuchar todos los deseos de una estrella fugaz y cómo conseguían pintar las galaxias.
A día de hoy, quiero volver a ser pequeña. Sobretodo ahora que ya sé que los marcianos son como me los imaginaba.

26.10.09

...de cuando compartíamos tiempo.

¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Creo que algo no va bien, no me puedo casi mover, tengo las manos muy frías y creo que se está extendiendo. Antes no era así, de hecho recuerdo hace tiempo poder sentir soplos de aire y notar rayos de sol en mi piel. Me acuerdo de cuando os acercabais a mí y no quedabais congelados, de cuando mi miraba no paralizaba, de cuando compartíamos espacio sin miedo.
Quiero quitarme esta armadura que parece de acero inoxidable. No deja traspasar ni una gota del poco hielo que se derrite dentro de mí. Y sólo puedo palpar el exterior a través de mis ojos. ¡Quiero salir de aquí!
Si me encuentras, devuélveme el calor y haz que me dé el sol para que deje de necesitar usar guantes.

19.10.09

Deja de borrar.

He intentado escribir un cuento acerca de aquel que tú escribiste, pero por alguna razón las piezas del puzzle no encajan y la historia no quiere que escriba sobre ella.
Cada vez que trato de teclear algo, el botón de suprimir se pulsa solo, como si lo hicieras tú desde otra dimensión. Puede que estés viajando en el tiempo para enseñarme lo que ha sucedido, pero yo no quiero saberlo.
No me interesa tu futuro, igual que a ti no te interesa mi presente. Así que vamos a hacer un trato, yo cambio de cuento y tú, la próxima vez, en vez de borrar escribes.

10.10.09

Y tiro porque me toca.

Comienzo a pillarle el truco a esto. Creo que las reglas del juego no son como a mí me las contaron.
Empecé desarmada y sin saber que eras mi rival, ahí tenías tú ventaja que lo sabías desde hace mucho. Jugué despistada la primera pantalla y tú aprovechaste para adelantarme hasta que te perdí de vista. En la segunda me fue algo mejor, pese a que jugábamos en tu campo y yo olvidé mi mochila en casa. Y en el resto hemos ido alternando los golpes bajos aunque con una considerable ventaja por tu parte.
La última vez que jugamos sin embargo, aprendí algunos trucos. Usando la puerta del espejo casi conseguí que abandonaras. Pero llegaste a un pasadizo secreto del que tú sólo intuías la existencia y pudiste seguir luchando.
Con un soplo de olvido obtuve un tiempo precioso para descolocarte y que dieras vueltas en círculos mientras yo daba vida a un dragón que me hará volar hasta la meta.
Y con la ayuda de mis nuevos aliados logré un cambio de escenario en el que por fin yo tenía ventaja y adelanté 18 casillas. Bueno, he de reconocer que tuve que retroceder una al principio para poder preparar mejor el terreno, así que sólo fueron 17.
Ahora estamos igualados y tengo que admitir que eres bueno, pero así es más emocionante. Eso sí, ahora prepárate, que el próximo turno es mío.

7.10.09

Recuérdamelo.

Apenas recordaba ya tus apariciones los lunes por la mañana, la alegría que hacía que me levantaras por los aires al verme, el olvidar el tiempo sin vernos para recordar el último momento que pasamos juntos, las conversaciones arreglando aquel pequeño mundo en que nos conocimos, la sensación de que entiendes y apoyas todo lo que te cuento y que yo hago lo mismo contigo.
El lunes me lo recordaste.
A partir de hoy no dejes que vuelva a pasar tanto tiempo, recuérdame a menudo lo bien que lo pasamos con algo tan sencillo como un paseo.

30.9.09

¡Me toca!

Hoy miro pasar el mundo desde aquí, porque hoy me pido ser yo quien elija. No voy a desviar la mirada cuando me mires. No te pienso dejar el control. Vete acostumbrando, te dije que iba a cambiar.
Pero no te asustes, aun así, siempre te dejaré escoger tu papel.

15.9.09

Oye tú.

Devuélveme eso que acabas de coger. No pienso ni dejártelo prestado que sé que cuando después de un año te lo consiga arrancar, va a estar roto y no voy a poder usarlo más.
Y que no se te ocurra ni coger una de las pestañas que después de ser sopladas hacen que no se cumpla mi deseo.
Ni que tampoco se te pase por la cabeza pensar que voy a creerme siquiera uno de tus saludos.
Voy a seguir aquí porque no sé irme y voy a asentir por la remota posibilidad de que haya una nube que realmente empañe el agua cristalina, pero no creas jamás que es tu mano la que mueve mis hilos.

30.8.09

Sonríe pequeño.

Hace tiempo, nadie sabe de dónde, apareció un niño en la ciudad. Era como todos los demás salvo por el hecho de que cada vez que sonreía ganaba una unidad de suerte. El pequeño no era consciente de que esto ocurría así, él sólo sabía que su vida, aunque no tenía grandes sorpresas (a causa de su desconocimiento sobre cómo almacenar la suerte), estaba hecha de pequeños granitos de felicidad que hacían que sonriera continuamente realimentando así el ciclo.
Esta historia no tiene final y es porque yo desde aquí espero que ese pequeño continúe sonriendo para siempre. Además, de esta forma se queda abierta la historia pudiendo contaros más adelante el día en que consiga guardar tantos granitos de arena que pueda construir con ellos un gran castillo.

28.8.09

Qué cosas más raras...

Últimamente todo se está volviendo un poco extraño. Ayer sin ir más lejos me pareció ver una mariposa hecha de azúcar volando de flor en flor. Mientras, me di cuenta de que la manzana que me estaba comiendo era de madera. El aire parecía estar compuesto de pequeñas gotitas de agua mezcladas con burbujas y el libro que iba a empezar a leer creo que era de cristal.
Ahora la que me siento rara soy yo y al mirarme descubro que... ¡estoy empezando a convertirme en hielo!

21.8.09

¿Y mi deseo?

Recojo agua cada vez que el río se desborda. Hago de pararrayos cuando hay tormentas. Y me acerco a tenderte una antorcha cuando pierdes el camino. Y trato de ayudarte a encontrar uno nuevo. Igual que cuando tu mundo se para, que cojo la cuerda más grande que encuentro y juego con él a la peonza con la esperanza que comience a girar de nuevo, a ser posible sin que lo haga al revés.
Mientras, cada noche, me asomo a la ventana esperando que aquella estrella fugaz venga a cumplir alguno de mis deseos.

20.8.09

Aquí, allí.

De aquí te vas, y yo me quedo.
Desde allí juegas con el piano, desde aquí intento escribir un cuento. Desde allí me miras, desde aquí te oigo.
Y más tarde, vienes aquí y me besas.

10.8.09

En posición de defensa.

Y aquí estoy con mi escudo en mano viendo las cosas venir. Por lo visto yo no tuve la suerte que tuvieron otros a los que también les tocó una lanza. Hay quien incluso ha debido pagar a un químico y así conseguido unas cuantas bombas de gas lacrimógeno. No sé para qué las querrán la verdad, ni qué tiene de bueno el daño en masa. Yo creo que soy más de objetivos individuales y luchas a corta distancia.
Y mientras ellos se van armando y siguen con sus ataques, formaré un equipo con los que se apunten a ello conmigo. A ver si cuando averigüe cómo matar al monstruo (con tan sólo un arma defensiva), me dan una buena escopeta.

6.8.09

Poco a poco lo consigo.

Otra vez aquí, buscando algún lugar al que escaparme, comprando billetes para que mi cuerpo se reuna con mi mente. Esta vez los encontré. Y entre todos lo sacaremos adelante, lo disfrutaremos y al final lo contaremos.
Mientras tanto, en paralelo, yo buscaré el camino para no volver al principio. E intentaré, con cuidado, no quedarme a mitad de trayecto, que últimamente las retenciones están a la orden del día.
Así por fin me voy moldeando y voy consiguiendo lo que me propuse, paso a paso. Además he descubierto que ya no cuesta tanto como antes, cada vez sale más barato, de hecho me lo dan casi regalado. Sólo espero que no terminen de hacerlo, porque entonces no podré resistirme, lo arrancaré y saldré volando hacia Nunca Jamás.

2.8.09

Tetris de hielo.

Supe mientras venía que esta vez sería diferente, que mi cabeza tenía menos cordones, que apenas se harían nudos. Y aunque alguno hay que formar porque sino se pierde la esencia, no hubo agua que impidiera a mis ojos absorber el color verde esperanza.
Mientras tanto, no sé si por los kilómetros o por el frío, mi mente parece un pequeño iglú. Con sus recuerdos e ideas congeladas en cubitos que parecen colocados. Aunque a veces, con las pequeñas ráfagas de calor, unos pocos se deshacen y deslizan por los conductos desordenándolo todo otra vez. Alguna incluso consigue evaporarse y flotando se convierte en un sueño que me vela esa noche.

19.7.09

Quiero un cuaderno lleno de esbozos...*

Pasando páginas descubro nuevas historias que me recuerdan a otras más antiguas. Leyendo ciertas frases rememoro algunos grandes pasajes que ya he vivido y otros que aún me quedan por disfrutar. Mirando hacia el pasado descubro un futuro que me parece ya gastado.
No quiero repetir, quiero reencarnarme en un nuevo yo que arañe el tiempo y necesite alquilar memoria para poder guardar todos los recuerdos. Quiero aceptar los buenos consejos y memorizar todas las calles por si algún día me da por pintar un callejero mundial.
Mientras, quiero estar bien despierta para poder fotografiarlo todo con mi mente y dibujártelo después.
*... que apenas me dé tiempo a completar.

17.7.09

Miénteme bien.

Ven y cuéntame un cuento, pero esta vez cuéntalo bien. Estoy perdiendo la facultad de hacerte creer que me convences de que la bella durmiente al final se despierta.
No sé qué pasa últimamente. Los personajes ya no están bien elegidos. Los finales son demasiado predecibles. Los lugares no concuerdan mucho. Y no termino de estar segura de que el reloj siga marcando compás desde el estómago del cocodrilo.
Así que inventa un cuento nuevo, para mí, con pocos personajes, lugares más comunes y aunque el final sea predecible, haz que hasta que no llegue no me dé cuenta de que existe. Y haz que me lo crea.
No dejes que me dé cuenta de que crezco y dejo de ser una niña.

16.7.09

Mitades.

Café con leche = mitad café, mitad leche.
Piruleta = mitad azúcar, mitad colorante.

Música = mitad melodía, mitad letra.

Niñez = mitad ilusión, mitad inocencia.

Noche = mitad sueños, mitad pesadillas.
Día = mitad luz, mitad oscuridad.

¿Qué mitad mía quieres ser?

6.7.09

Te estás haciendo un lio.

¿Cuánto es dos más tres? Siete. ¿Qué sale al mezclar azul y amarillo? Negro. ¿Cómo te llamas? Pequeña. ¿Qué día es? 13 de velero. ¿Qué quieres comer? Mariposas en mi estómago. ¿Por qué coges la margarita? Me quiere. ¿Qué ves en el cielo? Niño. ¿A qué quieres jugar? Alas.
Hay días que las cosas no tienen sentido y hay días que lo recobran. Aún así las respuestas siguen siendo válidas mientras las palabras sean sólo una simple representación abstracta de la realidad.

25.6.09

Respírame.

Hoy me he preguntado si devuelvo todo el aire que cojo cada vez que respiro. Si doy al menos un poco de oxígeno del que tomo. No quiero sólo expulsar dióxido de carbono, prefiero no ser 100% nociva.
Hay quien es todo lo contrario y sólo da las cosas buenas, tampoco es eso, no debe ser bueno para la salud, creo que te acabas ahogando. Pero quiero poder alimentarte con mis nutrientes, igual que tú me alimentas a mí. Así que si algún día me quedo con todo y no te dejo nada, dame un golpecito en el hombro y devuélveme a la realidad, que de verdad que quiero compartir.

20.6.09

¿Qué está ocurriendo?

Esta mañana al despertar me sentí muy extraña, no sabía por qué era así que me miré al espejo: todo estaba como siempre. Quise encender la radio, pero no funcionaba, la dejé y me fui, tenía cosas que hacer.
No tenía clase, aunque debía estudiar, pero antes quise pasar por el supermercado. No sabía si era mi imaginación, pero la calle también estaba diferente, más colorida aunque algo más vacía y con gente asombrosamente feliz. Todos con la misma cara sonriente. No pude aguantarme y pregunté:
-¿Ocurre algo hoy en la ciudad?
-No que yo sepa. ¿Por qué?
-Por… nada. Gracias de todas formas.
-De nada, chiquilla.
Seguí mi camino y cuando quise hacer la compra, ¡sólo había comida en lata o envasada! Los frigoríficos no funcionaban y lo demás parecía artificial. Salí de allí con las manos vacías y me fui a casa a por la mochila, me iría a la biblioteca y dejaría de pensar en tonterías.
Al llegar elegí mi sitio de siempre y me dispuse a estudiar. Poco después, quise consultar un libro. ¡Estaba en blanco, todos estaban en blanco! Ahora sí que no eran invenciones mías, algo estaba pasando. Recogí mis cosas y me fui a casa. Intenté comer pero no tenía hambre, así que me eché la siesta, deseando que al levantarme todo volviera a la normalidad.

Abrí de nuevo los ojos y miré la hora: las 8 de la tarde. El despertador no había sonado. Como se estaba haciendo de noche, salí a la terraza para intentar distraerme mirando las estrellas. Normalmente me relaja, excepto hoy que me he dado el susto más grande de mi vida: al levantar los ojos para observar el cielo las he visto, ¡cuerdas! e inmediatamente lo he comprendido todo, ¡nos habíamos convertido en marionetas!

17.6.09

Magia.

¿Recuerdas las cajas de magia de cuando éramos pequeños? ¿Tú sabías hacer magia? Claro que sí, aún sabes hacerla. Aunque tú sabías que no era magia. Fingías que sí. Yo fingía que no lo sabía, y tú suponías que lo hacía, pero preferías no darte cuenta. Así se cerraba el círculo. Y así conseguías hacer magia. No estaba mal, lo reconozco, a veces me costaba darme cuenta. Pero siempre acababa viendo ese 'no sé qué' en tus ojos que lo delataba: ¡era sólo un truco! Pero me callaba, no quería herirte, así que me hacía la sorprendida y aplaudía al final del espectáculo.

16.6.09

Venganza.

Era mi diluvio, pero no mi barca. Ya no. Él me la había quitado. Ahora no paseaba conmigo, él era quien la acompañaba. La mano que sujetaba ya no era la mía, sino la de ese... ¡Maldita sea! ¿Cómo podía haberme hecho eso? Ella sabía que le odiaba. Pero me vengaría. Cuando no se dieran cuenta me acercaría y le dejaría sin su bien más preciado. Echaría a volar su cometa.

14.6.09

Eclipse.

Ayer lo viviste. Hoy lo cuentas de forma distorsionada, olvidando cosas, las cosas que yo contaría. Pero añades otras, que no tienen nada que ver, para que el resto no note nada y tú sigas con lo tuyo sin que pueda decir nada, porque si lo hiciera, parecería ridículo. Mientras, me quedo aquí, simulando que no importa porque en realidad cada vez tiendo más a eso. El Sol sale, la Luna también y de vez en cuando coinciden, forman una maravilla y vuelven a como estaban antes, uno a la luz, otra a la oscuridad. Me pregunto si alguno de ellos estará siguiendo al otro.

13.6.09

Me gusta, no me gusta, me gusta...

Me gusta el olor de la lluvia y su sonido contra los cristales. Me gusta poder devorar un libro de 500 páginas. Me gusta improvisar planes con mis amigos. Me encanta que encima, salgan bien. Me gustan las conversaciones de 3 horas sobre nada en particular y todo en general. Me gusta ver series que me den qué pensar, aunque a veces también me gustan las que hacen que no piense. Me encantan los abrazos. Me gusta escribir cuentos aunque luego no me guste cómo quedan. Y que los leas. Y diseccionarlos, aunque sea un minuto. Me gusta andar sin rumbo fijo. Me encantan los ¿sabes qué podíamos hacer hoy? Adoro los cafés que me tomo como excusa para hablar largo y tendido. Me gusta que duren horas. Odio planear las cosas, aunque quizá más que odiar es que no consigo hacerlo. No me gustan las cosas que hago por compromiso. No me gusta que me pongan en compromisos. Me gusta tener agujetas por haberme reido a carcajadas. Me encanta llegar a casa rendida y dormirme en menos de 10 minutos. Me gusta la ilusión en la voz y los ojos de la gente. Y ver a alguien después de un año y sentir como si nos hubiésemos visto una semana antes. Y sentir que hay gente ahí. Y descubrir que en realidad hay más.
Y me pregunto si hay que compartirlo o elegir lo que te gusta. Y si se comparte, en qué proporción. Y me pregunto si nos damos cuenta de lo que hay a nuestro alrededor, a unos 51 centímetros. Y casi soy capaz de responderme...

9.6.09

Indecisión.

Llovía afuera y yo sin paraguas. Daba igual, no me apetecía salir, me disgustaba la sensación del agua tocándome. Prefería quedarme allí mirando como otros se mojaban.
Poco después quise salir, así que forcé la cerradura de la ventana, que estaba rota y la abrí. Levanté un pie, lo apoyé en la repisa y ayudándome con los brazos, di un salto. Estaba en la calle. Adoraba sentir como las gotitas de agua tocaban mi cara.
Al final, mi tercera personalidad dijo que era peligroso, a ellos no les gustaría. Así que volví a mi habitación, cerré la ventana e hice como si no hubiese pasado nada.

31.5.09

¡Bienvenidos al circo!

¿Alguna vez te has parado a pensar en las semejanzas que hay entre el circo y el mundo real?
Te voy a poner un eje
mplo, los trapecistas. Son aquellos que siempre andan por las nubes, tienen miedo de tocar el suelo, supongo que porque se han dado cuenta de que hay una gran distancia hasta él y se podrían hacer daño si se caen. Los payasos son los que pase lo que pase siempre tienen una sonrisa dibujada en la cara. Van siempre de colores y les encanta hacer reir a los demás. Hay una excepción en este tipo de personajes: los payasos con sonrisa triste, ¿no los has visto nunca? Puede que no, a la gente no le gustan. También están los domadores de fieras. Ellos dicen que como son valientes y fuertes, las doman ellos mismos, pero no es así, yo conozco su secreto: el látigo, es quien realmente hace todo el trabajo. Los malabaristas son los que más me gustan de todos, son capaces de hacer un espectáculo increíble con algo tan simple como cuatro o cinco pelotas, un par de cintas o tres palos. A veces incluso se atreven a jugar con fuego ¡y casi siempre salen ilesos!
Hay muchos más, pero ahora mismo no me acuerdo. Tendré que ir otra vez para recordarlo, al circo, claro.

29.5.09

Sopla.

Lo hizo: sopló las velas y pidió su deseo, quería volver a ser una niña.

23.5.09

¡Sácame de aquí!

Como cada día, iba por ese camino. Ponía los pies en los mismos sitios. Elegía las mismas esquinas para girar. Pensaba en las mismas cosas. Y daba vueltas por los mismos lugares. A veces incluso pasaba varias veces por el mismo punto. Tomaba las mismas decisiones. Pese a que cada día era nuevo y pasaban cosas nuevas, yo siempre lo resolvía todo de la misma forma. Pregunté a la gente y lo único que saqué en claro es ¡que había construido mi propio laberinto! Por eso, lo que intento averiguar ahora es si es de los que no tienen salida, de los que tienen una o de los que tienen varias, como los que hacen los niños pequeños para entretenerse mientras esperan la comida en un restaurante.

21.5.09

Hicimos un trato.

¿Te acuerdas del contrato que firmamos hace tiempo? ¿Recuerdas que cumplí los horarios?, ¿que respeté los lugares?, ¿que guardé los secretos?, ¿que almacené los recuerdos? ¿Recuerdas que resolvimos los malos momentos?, ¿que prescindimos de los engaños? Ah, no, espera... nunca escribimos ningún contrato. Creo que pensamos que no era necesario, que todo salía solo.

18.5.09

¿Jugamos?

Vamos a jugar a que somos pequeños de nuevo. Te cambio un cuento por una piruleta y una canción por una palabra y un paseo por un beso. Te cambio una flor por una sonrisa. Te cambio un poco de mi buena suerte por un abrazo cuando lo necesite, sabrás cuándo es porque dejarán de brillarme los ojos. Te cambio también una larga conversación telefónica por un café. Y una noche de risas por una tarde de contarnos nuestros problemas. Y si tú eres sincero, yo prometo ser transparente. Te cambio tres horas a la semana por tu amistad, y de regalo, te doy la mía.

16.5.09

Tengo una pregunta...

Desde el primer momento en que lo vi quise saber si era verdad, pero no consigo averiguarlo. Lo intenté de mil formas pero todo eran laberintos sin salida. Cada día observo esos cristales que parece que te pueden llevar al infinito si consigues colarte dentro, para adivinar cuál es el secreto. A día de hoy, continuo con la misma inquietud, el mismo misterio, la misma curiosidad que al principio y sigo sin obtener mi respuesta. Aun así seguiré intentándolo y si la encuentro, la guardaré bajo llave, para que no se escape nunca y pueda regresar a ella cada vez que vuelva a olvidarlo.

11.5.09

Préstame tu luz.

Tras aquel gran soplido, todo había quedado sumido en la más absoluta oscuridad. Era imposible saber si sus ojos estaban abiertos o cerrados, así que decidió quedarse donde estaba. Y, tras un tiempo, no supo adivinar cuánto, vio una pequeña luz al fondo. Poco a poco se iba acercando hasta que descubrió que era alguien con una diminuta vela que venía a hacerle compañía. Esa pequeña luz les permitió ver que en realidad aquel lugar estaba lleno de otras como ella que podían encender para iluminarles. Cuando todas estuvieron encendidas vieron algo mucho más grande y extraño, arriba en una esquinita. Se acercaron con cuidado, pues no sabían lo que era. Arrimaron una de las velas para intentar averiguar de qué se trataba cuando, de repente, una pequeña chispa saltó y luego otra, y así un centenar de ellas todas reunidas en torno a algo. Habían creado el Sol.

8.5.09

Me toca...

Ahora yo, y ahora ellos, ahora yo, y ahora ellos. Y me tocó a mí, y gané terreno, durante un tiempo. Pero volvieron y se mantuvieron aún más tiempo del que yo había estado. Y de repente, los dados me dieron ventaja como no lo habían hecho hasta entonces. Y me quedé mucho rato, era mío. Y perdí, un poquito, y nos mantuvimos en equilibrio (todo lo equilibrados que podíamos estar), pero empecé a retrasar mis pasos... Eso sí, no me di por vencida. Ni mucho menos.

2.5.09

¿Recuerdas?

¿Recuerdas cuando hace años alguien te regalaba una piruleta? ¿Recuerdas cuando te contaban un cuento? ¿Recuerdas cuando te llevaban a un tiovivo? ¿Recuerdas cada una de esas sensaciones? ¡Pues me estoy comiendo una piruleta! ¡Y hace poco me regalaron un cuento! ¡Y algún día volveré a un tiovivo! ¿Te vienes?

1.5.09

Cuentos y más cosas...

-¿Me cuentas un cuento?
-¿Qué cuento quieres que te cuente, pequeña?
-...
-Siempre me pides el mismo, ¿no te apetece más otro?
-Sí, pero después. ¡Ese me gusta mucho!
-Está bien... pero luego te irás a dormir sin protestar, ¿vale?
-Mmm... bueeeno, vale...
-Érase una vez, una pequeña niña que siempre iba vestida con una caperucha roja...

A veces no me doy cuenta hasta mucho tiempo después de todo lo que determinadas personas hacen por mí, y alguna vez me gustaría devolvérselo. Mientras tanto, un pequeño granito de arena desde aquí aunque dudo que los principales afectados lleguen a leer esto nunca...

28.4.09

Mezclas.

Siempre me he preguntado cómo funciona el pensamiento humano, de manera física. Si yo mezclo un puñado de sonrisas, una porción de mi tiempo, una pizca de confianza y coincidencia en el espacio-tiempo, es probable que gane un nuevo amigo. Si junto varios folios, un manojo de letras, unas pocas imágenes y una idea fluida, logro un cuento. ¿Con qué junto cada pitido del despertador para que me toque una sonrisa? ¿Y un ceño fruncido para conseguir empatía?
¿Y un problema para conseguir su solución?

21.4.09

Se me olvidó decirte...

Ey, ¿recuerdas todo lo que te dije de mí? Pues no estoy muy segura de que fuera como te conté. ¿Qué cosas malas te oculté? ¿Es lo que te estás preguntando? Siempre positivo, ¿eh? Tranquilo, que no todo es así siempre, hombre, también escondí sorpresas, de las buenas, de verdad.

19.4.09

Comenzando de nuevo...

De repente, cuando todo tomaba sentido después de aquel desorden, la pequeña se despertó. Y se dió cuenta de que las cosas seguían como siempre y no iban a cambiar, a menos que... ¡ella misma construiría un nuevo camino! De esa manera, con una diminuta, pero perceptible sonrisa y unas pizcas de ilusión en sus ojos, decidió cambiar la prioridad de las cosas, quitando importancia a lo que no la merecía y empezando a descubrir así lo que de verdad le haría continuar sonriendo.