2.8.09

Tetris de hielo.

Supe mientras venía que esta vez sería diferente, que mi cabeza tenía menos cordones, que apenas se harían nudos. Y aunque alguno hay que formar porque sino se pierde la esencia, no hubo agua que impidiera a mis ojos absorber el color verde esperanza.
Mientras tanto, no sé si por los kilómetros o por el frío, mi mente parece un pequeño iglú. Con sus recuerdos e ideas congeladas en cubitos que parecen colocados. Aunque a veces, con las pequeñas ráfagas de calor, unos pocos se deshacen y deslizan por los conductos desordenándolo todo otra vez. Alguna incluso consigue evaporarse y flotando se convierte en un sueño que me vela esa noche.

2 comentarios:

  1. Jo, este cuentecillo me gusta especialmente. Espero que tus ideas nunca se congelen y pueda seguir leyendo estas historias tan mágicas a las que me tienes enganchada.
    Un beso!

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  2. Ala, gracias Marina ^^. Me alegro de que te gusten y tranquila que espero seguir escribiendo por mucho tiempo =). Un besito!

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